Las suturas empleadas durante la cirugía artroscópica son esenciales para la cicatrización y el éxito quirúrgico. La elección del color de la sutura—azul, blanco o azul-blanco mejorado—no es solo estética; también tiene implicaciones clínicas directas en la seguridad, visibilidad y eficiencia del procedimiento.
Las suturas blancas se integran visualmente con los tejidos naturales, siendo útiles cuando se requiere baja visibilidad.
Las suturas azules proporcionan alto contraste en el líquido sinovial, facilitando el control visual del cirujano.
Las suturas azul-blanco (enhanced) combinan ambas ventajas, ofreciendo mayor seguridad en reparaciones complejas.
Los estudios clínicos muestran que los cirujanos optan cada vez más por sistemas multicolor para reducir errores y acortar tiempos quirúrgicos. Así, la elección de la sutura impacta directamente en los resultados de la artroscopia de hombro, rodilla y menisco.